26 de septiembre de 2007

Odio a esa gente.

Lo sé, odiar no es bueno y seguramente iré al infierno (¡¡qué miedo!!), pero es que con esa gente no puedo evitarlo. Imagino que querréis saber de quién estoy hablando... de las personas que te "ayudan a aparcar el coche" (lo pongo entre comillas porque lo único que logran es incordiar).
Tú vas tan feliz en tu coche, ves un hueco (que en estas ocasiones suele tener una moto delante, o detrás, o en los dos lados, o ser pequeño) y te sitúas para aparcarlo. Entonces, sin previo aviso y dando la sensación de que estaba agazapado debajo de una baldosa, aparece el ayudante: "no te preocupes, que yo te guío".
Pero vamos a ver... ¿tengo cara de necesitar ayuda?
Normalmente son chicos (no sé por qué, pero es así) de mediana edad y con cara de "mira qué majo soy", y la ayuda siempre va dirigida a chicas (siempre, siempre, siempre). Supongo que es por ese extraño mito de que las mujeres no saben aparcar... ¿alguien se atreve a desafiarme? Mi profesor de autoescuela casi me estrangula en el examen práctico porque lo metí en un sitio tan pequeño que sólo me faltó sacar el bote de vaselina (aunque luego me dijo que tenía un par de ovarios por haberlo metido ahí, con lo que yo me quedé con cara de idiota pensando "pero si el coche entraba de sobra"... y es que soy más chula que un ocho, que para algo soy de Bilbo), y más de una persona se ha quedado a cuadros viéndome meter el coche en sitios ridículamente pequeños (aita, ¿recuerdas cuándo lo aparqué en Vegueta? tú estabas seguro de que no entraba... jejejeje).
Vale, el personajillo que se ofrece a ayudarte no sabe eso, pero me da igual.
Tú te quedas mirándole con cara de sorpresa y aunque te encantaría decirle "sé hacerlo solita" no quieres ser borde (sí quieres, pero tampoco es plan) y dices "no hace falta gracias", pero es como hablar con la pared, porque él no se va a ir (tiene que hacer la buena acción del día, sino no duerme tranquilo). Y empieza a darte órdenes (dale a la derecha, dale a la izquierda, ¡¡recto!!, más despacio, ¡¡cuidado que le das!!) mientras tú, en realidad, estás aparcando a tu manera; porque seamos serios, el coche es tuyo, no de ese tío, por lo que si se raya te importa a ti, no a él. Y eso sin contar a los que no les importa que quede la mitad del coche subido a la acera ("total, ¿a quien lo molesta?" pues a los peatones señor) o a km. y medio del borde ("total, ¿a quien le molesta? pues al resto de coches señor").
Una vez un señor me "ayudó" porque él consideraba que yo estaba metiéndolo "fatal, fatal, fatal" y que el hueco era muy pequeño. Ya. Estuvo 10 minutos dándome la tabarra y el resultado fue que el coche quedó con el culo encima de la acera, el morro en mitad de la carretera y el señor más orgulloso que el día que su equipo ganó la liga. Y yo me quedé con cara de idiota dentro del coche esperando a que se marchara para poder sacarlo y meterlo bien a la primera.
Así que por favor, si alguien algún día os pide ayuda para aparcar, ayudadle; pero sino... ¡¡¡no hace falta!!!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Confirmo y doy fé que lo tuyo a la hora de aparcar es fenomenal, lo dificil lo haces facil, te he visto realizar esa maniobra en ocasiones "maldita" y de verdad lo haces bién.
En ocasiones he comentado con la familia y conocidos esa habilidad tan especial que tienes para aparcar.
No, no me olvido de Vegeta... casi ni me lo creia, y a la primera intentona. Tu me habias dicho que aparcabas y así fué.
Muxus. Aita

Antonio Teixeira dijo...

Yo la he visto aparcar en sitios más pequeños que el coche mismo.

Anónimo dijo...

Antonio, Muy acertado tu comentario respecto a la facultad para aparcar que tiene Naiara.

Anónimo dijo...

sigo pensando que ers un bico raro. Eres la única persona a la que le gusta aparcar, aunque eso es pq no tienes mi habilidad de encontar huecos para aparcar sin apenas maniobrar en lugares y fechas impensables para otros. alaitz