8 de octubre de 2007

Estrés.

Todos los años me pasa lo mismo en esta época: me estreso. Más o menos a principios de septiembre empiezo a pensar en los regalos de navidad (y de cumpleaños, porque gran parte de mi familia tiene la manía persecutoria de cumplir años por esa época... ¡¡ya os vale!!) que tengo que hacer para que el tiempo no se me eche encima... pero casi siempre espero demasiado.
Sé que más de uno estará pensando que no es verdad porque nunca lo dejo para el último día (aunque más de una vez me han hecho encargos el 23 de diciembre... que manda leches también), pero a mí siempre me parece que es tarde.
Ayer estaba tirada en el sofá haciendo la lista (cada año es más difícil pensar qué regalar a cada persona) y me estaba frustrando a cada minuto: es cierto que este año son menos cosas (gran idea lo del amigo invisible), pero aún así me da la sensación de que necesitaría mucho más tiempo para hacerlas.
Hace un par de navidades decidí hacer los regalos yo misma porque, aunque realmente no salen más baratos (el material es bastante caro, como ya he dicho alguna vez), considero que son más especiales... pero claro, eso complica más las cosas.
Y luego están las tarjetas de navidad... también dejé de mandarlas hace tiempo para enviar detalles hechos por mí (un arbolito de cartón, una bola de madera, un muñeco de nieve de guata...), pero claro... ¿qué mandar esta vez?
El mes pasado hice un par de pruebas de cosas probables y me decidí por una porque me parecía que quedaba bonita y que no era demasiado trabajosa... ¡¡hasta que ayer me puse a hacer 10 iguales!! Qué estrés...
Pero bueno, todo compensa pensando que ya llega la navidad, las luces de las calles, la elección de un papel de regalo bonito para envolver los paquetes y el retorno del Suchard... ¡¡llevo un año esperándolo!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por mucho trabajo que te dén y por mucho que te estresen, seguro que se te olvidan los malos ratos viendo la cara de alegría de los que reciben tus regalitos. La cara de los que reciban las postales te la tendrás que imaginar... ¡Pero tú tienes mucha imaginación!.

Anónimo dijo...

Deberían nombrarte MISS ESPIRITU NAVIDEÑO. Todo el mundo quiere q tu seas su amigo invisible. Lehengusina