3 de julio de 2007

Tortúrame si quieres... ¡¡pero no me quites mi palomita!!

He aquí una muestra de lo feliz que se puede llegar a ser con algo tan simple como una palomita de maíz... siempre y cuando seas un hamster, claro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡ Muy gracioso !

Anónimo dijo...

Por cierto, me encanta el título.