Supongo que ponerse a escribir algo cuando tienes cierta constancia de que no lo va a leer nadie es como intentar mantener una conversación transcendetal con un rollo de papel higiénico, pero cuando creé este blog me dije a mi misma que lo haría por y para mí, así que no voy a abandonarlo; es como lo de los capitanes, que se hunden con su barco... mi blog y yo estaremos unidos hasta el fin de los días.
Y es extraño, porque mantenerlo al día crea cierta adicción y, al mismo tiempo, da pereza.
Recuerdo el primer diario que tuve: la portada era azul con unos osos amorosos dibujados y a un lado había un pequeño candado, también azul, que hacía que todo lo que escribía dentro pareciese más imporante (hasta que descubrí que mi hermano sabía abrir el candado con un clip, ese día perdí parte de la inocencia...).
Como su propio nombre indicaba, era un diario, así que yo me propuse escribir algo todos los días... aunque no tuviese nada importante que poner... hasta que un día dejé de escribir y, de algún modo, olvidé ese pequeño librito.
Tardé muchos años en tener otro, pero esta vez en lugar de candado tenía contraseña. Fue mi fiel aliado durante muchos años, hasta que llegué a otra etapa de mi vida y, como de un buen amigo, me despedí de él.
Y aquí estoy, con 27 años y un blog... que para mi es una especie de diario público. Obviamente, no es tan privado como los anteriores, pero al menos da la oportunidad a las persoans que lo desean, de conocerme un poco más. Hay días en que vivo cosas que no puedo contar aquí, por ser demasiado íntimas o porque, sencillamente, confío en que la gente sonría y se divierta al leer mis locuras, con lo que trato de obviar las cosas más oscuras de mi vida; pero si no escribo, algo dentro de mi se revela, y mi pequeño blog, que en mi corazoncito es una personita, me susurra que ya no le quiero y que le he abandonado.
Así que si a veces desaparezco, o no cuento cosas tan graciosas, no os olvidéis de mí, porque tarde o temprano volveré a la carga con nuevas aventuras y desventuras.
Y es extraño, porque mantenerlo al día crea cierta adicción y, al mismo tiempo, da pereza.
Recuerdo el primer diario que tuve: la portada era azul con unos osos amorosos dibujados y a un lado había un pequeño candado, también azul, que hacía que todo lo que escribía dentro pareciese más imporante (hasta que descubrí que mi hermano sabía abrir el candado con un clip, ese día perdí parte de la inocencia...).
Como su propio nombre indicaba, era un diario, así que yo me propuse escribir algo todos los días... aunque no tuviese nada importante que poner... hasta que un día dejé de escribir y, de algún modo, olvidé ese pequeño librito.
Tardé muchos años en tener otro, pero esta vez en lugar de candado tenía contraseña. Fue mi fiel aliado durante muchos años, hasta que llegué a otra etapa de mi vida y, como de un buen amigo, me despedí de él.
Y aquí estoy, con 27 años y un blog... que para mi es una especie de diario público. Obviamente, no es tan privado como los anteriores, pero al menos da la oportunidad a las persoans que lo desean, de conocerme un poco más. Hay días en que vivo cosas que no puedo contar aquí, por ser demasiado íntimas o porque, sencillamente, confío en que la gente sonría y se divierta al leer mis locuras, con lo que trato de obviar las cosas más oscuras de mi vida; pero si no escribo, algo dentro de mi se revela, y mi pequeño blog, que en mi corazoncito es una personita, me susurra que ya no le quiero y que le he abandonado.
Así que si a veces desaparezco, o no cuento cosas tan graciosas, no os olvidéis de mí, porque tarde o temprano volveré a la carga con nuevas aventuras y desventuras.
3 comentarios:
En el fondo sabes que tienes a unas cuantas personas pendientes de lo que cuentas y que "devoramos" lo que escribes. Pero tienes razón, te contestamos poco. En mi caso el motivo es que, a veces,no sé qué decirte. Yo creo que les pasa a todos. Eres demasiado buena escribiendo y nos dejas SIN PALABRAS.
Yo también pertenezco a ese grupo que "devoramos" tus escritos y no sabemos que "poner". Leo y releo casi todos los días tu blog, en el, encuentro "historias" que me hacen sonreir, emocionarme, incluso recapacitar, todas, todas me gustan. Hay dos que me ponen una sonrisa de oreja a oreja y paso un buen rato cuando las releo, te digo cuales. El aniversario del carnet de conducir y la revisión del coche en la ITV., con el carnet de conducir el final es "FANTASTICO" y el de la ITV de película, al menos esa es mi opinión. Escribe lo haces muy bién.
Gracias por confiar en nosotros y hacernos partícipes de tus pensamientos, gracias por alegrarnos, gracias por... todo.
Eres un cielo.
Sé que cuando desapareces es por motivos de causa mayor. Pero en ningun momento me olvido de Tí.
Yo tengo que pedir disculpas por lo poco que te contesto.
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