26 de abril de 2008

¡¡Los regalitos!!

Después de odiar mucho a las personas crueles que me impidieron abrir los regalitos a las 6:30 de la mañana (que es cuando me desperté el día de mi cumple... lo sé, estoy como una cabra), por fin pude destrozar los papeles de regalo y descubrir... ¡¡¡mi tesoro!!!
Han sido muchos regalitos (y son todos míos... jejejeje...) y un millón de llamadas, mensajitos al móvil y felicitaciones vía Internet.
Gracias a todos los que os acordásteis de mi ese día tan especial (el mejor de mi vida, sin duda alguna).

24 de abril de 2008

Mis 28 años.


¡¡Es mi cumple!!, ¡¡es mi cumple!!, ¡¡es mi cumple!!, ¡¡es mi cumple!!, ¡¡es mi cumple!!, ¡¡es mi cumple!!, ¡¡es mi cumple!!, ¡¡es mi cumple!!, ¡¡es mi cumple!!, ¡¡es mi cumple!!

Y tengo un montón de paquetes preciosos que no puedo abrir hasta las 17:00 horas... ¡¡¡esto es una tortura!!!

22 de abril de 2008

Pagar o no pagar, esa es la cuestión.

En este caso concreto (la multa), la opción es, sin duda alguna, pagar (y más sabiendo que me hacían un descuento si dejaba de ser morosa rápido)... pero no pensaba que iba a ser algo tan... "sorprendente".
El primer paso fue localizar el Ayuntamiento, tarea a simple vista sencilla pero que se complica si no has ido desde hace cinco años al dichoso edificio y si encima ahora tienes que ir en coche... uuffff... hay días en los que me gustaría tener un GPS de esos que te van diciendo cosas ("gire a la derecha en la próxima intersección, aunque haya un boquete tamaño trolebús y sea dirección prohibida").
Como preguntando se llega a Roma (bueno, desde aquí sería complicado porque que yo sepa mi coche no tiene flotador... ¡¡igual le compro uno con forma de patito si aprueba la próxima I.T.V.!!), decidí interrogar a un señor en mitad de la calle (aprovechando que el semáforo estaba en rojo, ¿eh? no vaya a ser que me pongan otra multa por parar en mitad de la nada)... y las indicaciones que me dio no me sirvieron de mucho, la verdad, porque como comenté un día, hay tantas maneras de explicar cómo se llega a un sitio como humanos en el planeta, es algo incomprensible.
Así que cuando pensé que estaba a punto de llegar a la otra punta de la isla volví a preguntar, esta vez a un señor fosforito (léase, barrendero), que me dijo exactamente cómo llegar.
Una cosa es llegar al Ayuntamiento... y otra cosa es saber a qué ventanilla tienes que ir en concreto (¿por qué hay tantas?, ¿no saben que la gente se vuelve loca?, ¿lo hacen queriendo y así utilizan las imágenes de las cámaras de seguridad para reírse de nuestras caras de despiste?) así que volví a preguntar, esta vez a un señor vestido de azul que había en la entrada... y la respuesta me dejó totalmente apabullada:

- Buenos días, ¿para pagar una multa de tráfico a dónde tengo que ir? (posiblemente no pasó, pero yo sentí cómo se giraba todo el mundo y me miraba con cara de odio pensando "mira, una infractora"... ¡¡¡lo sientoooooo!!!)
- ¿Quieres pagar una multa? (esa pregunta vino acompañada de cara de susto).
- Ehhh... sí... puedo, ¿verdad? (¡¡con lo que me ha costado llegar hasta aquí!!).
- Sí, claro (la cara de susto ahora era de espanto), vete a aquella puerta y pregunta al señor que está allí sentado.

El señor resultó ser un policía, al que volví a preguntar.

- Buenos días, ¿para pagar una multa de tráfico a dónde tengo que ir?
- ¿Quieres pagarla? (¡¡¡¡aaaaahhhhh!!!!, ¿pero me están tomando el pelo?)
- Ummm... sí...
- Vale. ¿Quién te la ha puesto?
- (Ya la hemos liado... ¿y yo que sé? un poli que estaba aburrido y que fijo que tiene moto) No lo sé... es mi primera vez, estoy muy perdida en este asunto...
- Bueno, enséñamela y ya te digo yo...

Parece ser que la multa te la puede poner la Policía o la Guardia Civil... aaaahhhh... en mi caso era la Policía, así que fui a la ventanilla 8, esperé a que el señor de delante pagase las 6 multas que llevaba en la mano (debería plantearse ir en bici a los sitios), pagué mi castigo (me sentí como si hubiese cometido el mayor de los pecados, lo juro) y me marché, habiendo recibido la lección... ¡¡¡no volverá a pasar!!!
****
P.D. Me han puesto una multa... ¡¡¡jolinnnnnnnn!!!
2ª P.D. Gracias aita por hacer que cunda el pánico al decir que igual me habían quitado puntos... ¡¡ha sido un detalle por tu parte!! jejejejeje Pero mi carnet de conducir sigue intacto...
3ª P.D. Al lado del parking encontré una tienda super chula y me agencié unas pegatinas de ositos preciosas... ¡no hay mal que por bien no venga!!

17 de abril de 2008

Mi primera (y espero que última) multa.

Me han puesto una multa. Quería suavizar la noticia, pero es que no hay otra manera de decirlo. Hoy ha llegado una carta del Ayuntamiento a casa en la que me indican amablemente que tengo que pagar 90 euros (¡¡¡90 euros!!!) por haber aparcado en una plaza para motos...
Y no tengo perdón, ni excusa, porque soy la primera en reconocer que lo hice mal y que me la merezco pero... ¡¡¡¡jolinnnnnn!!!!!
Fue un día que fui a buscar a alguien al aeropuerto (mantengo su identidad en secreto por posibles traumas y represalias) y llegamos a casa a la 1 de la madrugada con una maleta de más de 20 kilos. Di un millón de vueltas buscando aparcamiento, juro que busqué en todas partes... y aparqué en el "parking de motos", porque nunca aparca ninguna (y nunca es nunca, porque siempre aparcan en cualquier otro sitio, incluso en paralelo a la acera para ocupar más) y pensé que, como iba a moverlo a la mañana siguiente, no pasaría nada.
Pero al día siguiente no salí de casa... y ese fue mi error. ¿Me acordé del coche? Sí. ¿Era consciente de que estaba mal aparcado? También.
Y por eso me siento tan idiota, porque es la primera vez en mi vida que aparco en un sitio en el que no se puede (y no lo digo por decir, los que me conocéis sabéis que sigo al pie de la letra todas las normas que aprendí en la autoescuela). No odio al guardia porque estaba haciendo su trabajo... pero tengo que reconocer que me repatea que haya sido justo ahí, cuando siempre está vacío.
Así que mañana iré a pagarla (parece ser que si eres formal y vas rápido te hacen un descuento) a un sitio que se llama "Recaudación Voluntario Municipal"... que también es mala leche ponerle ese nombre, porque "voluntario, voluntario" no es, pero bueno.
Sólo me queda una cosa que decir... ¡¡¡¡jolinnnnnnn!!!!

16 de abril de 2008

La Renta y yo.

Supongo que esta entrada sólo puede empezar así: lo que no me pase a mí, no le pasa a nadie.
Es una historia un poco larga, pero allá voy.
Como muchos de vosotros sabréis, yo soy de Bilbo pero llevo casi 5 años viviendo en Canarias. Cuando me mudé hice todos los papeles (al menos eso pensé): cambie el médico, me empadroné aquí, cerré las cuentas de los bancos... todo lo que se me ocurrió; pero, por alguna extraña razón, cada año me mandaban un borrador de la declaración de la Renta... de Bizkaia. La carta llegaba a casa de mi ama, diciendo que me tenían que devolver unos 6 euros y que el ingreso se haría en una cuenta... que ya no existía. Bueno, pues a pesar de eso (y aunque nunca llegaron a ingresar el dinero), me activaban la cuenta y con ello las tarjetas, el banco empezaba a cobrarme comisiones y, hace unos 3 años, me mandaron una carta diciéndome que era una morosa porque debía 4 euros de intereses y que me iban embargar todo lo que tuviese si no los pagaba (como no se lleven mis pegatinas y mis peluches....).
Ese tema se solucionó gracias a que tengo una tía trabajando en la BBk y cuando se lo conté, aparte de entrarle un ataque de risa, borró la deuda.
Pero este año, una vez más, ha llegado el borrador a casa de mi ama... esta vez diciendo que me debían 168´28 euros... ¿por qué?, ni idea.
Así que ayer me decidí a llamar a un teléfono de atención para intentar aclarar la situación de una vez por todas. Me cogió una chica estúpida (por no llamarle algo peor) que me echó la bronca por querer cobrar el dinero (¿?), por no haber aclarado la situación antes (por mucho que le dije que no sabía que tenía que hacerlo) y por molestarla (¿es cosa mía o atender a la gente es su trabajo?). En resumen: canceló el borrador pero no me dio ningún tipo de explicación, ni me dijo qué tenía que hacer ni por qué se empeñaban en pagarme si yo ya no vivo allí.
Así que esta mañana (una es muy cabezota) he llamado al teléfono de atención... pero el que es a nivel nacional. Y, sorpresa sorpresa, resulta que aunque mi domicilio fiscal está actualizado (no sé qué es eso de domicilio fiscal, pero da igual), el foral es el antiguo, y como son todos idiotas y no cotejan la información, nadie se había dado cuenta de que yo no puedo estar viviendo en dos sitios al mismo tiempo. También me ha dicho que no tenía sentido que me estuviesen devolviendo dinero si yo no tengo ingresos (en realidad ha dicho "qué generosos son, ¿no?") y que tenía que volver a llamar al teléfono del día anterior (a donde mi amiga la estúpida) para aclarar el asunto de una vez por todas... o al menos intentarlo.
He vuelto a llamar, he vuelto a explicar la situación (y puedo asegurar que no es nada fácil)... y me han vuelto a echar la bronca.
La chica era bastante más maja que la de ayer, pero en resumidas cuentas me ha dicho que todo era culpa mía, que la hacienda foral lo hace todo perfecto y que nunca se equivoca (textualmente: "confío plenamente en nuestra hacienda foral"), que tenía que mandar una carta diciendo que ya no vivo en Bilbo sino en Canarias, y que dejasen de hacerme el borrador (por supuesto, que me olvide de los 168´28 euros, faltaría más) y que era imposible que el banco me reactivase la cuenta y que me lo estaba inventando.
Pero al menos ha servido para averiguar que tengo que mandar un documento llamado F-1 relleno y la fotocopia de mi DNI para solicitar un cambio de domicilio... y estaba yo pensando en meterles una nota en plan "pandilla de inútiles, ya no vivo allí así que dejadme tranquila".
Después de dar muchas vueltas por la página web tratando de buscar el dichoso documento (¿por qué es tan complicado encontrar estas cosas?) y de tener que imprimirlo 3 veces porque mi pedazo de letra no entra en esas casillas tan requeteminúsculas, ya tengo el sobre preparado... ¡¡a ver si por fin termino con todo esto!!
Aunque supongo que nadie me explicará nunca de dónde salieron esos euros que en teoría me iban a devolver y por qué algunas personas que te atienden en "atención telefónica" son tan imbéciles.

14 de abril de 2008

And the winner is...

Bueno, lo prometido es deuda y hoy desvelaré quien es el ganador de mi particular sorteo para celebrar el añito del blog.
Gracias a todos los que habéis puesto comentarios, particularmente estos días... ¡¡es genial saber que estáis ahí!!
He hecho una lista con los nombres de las 11 personas que habéis hecho comentarios en esta última semana, les he puesto un número aleatorio a cada uno (del 1 al 11, lógicamente) y mi marido ha elegido uno... ¡¡prometo que no ha habido tongo!!
Y el ganador es... ¡¡VALIKIRIA08!!
¡¡Felicidades guapa!! Prometo ponerme en contacto contigo en breve para ultimar detalles.
A todos los demás: gracias pro visitar mi blog... ¡¡espero que sigáis haciéndolo!!

12 de abril de 2008

Adicción.

No es fácil hablar de este tipo de cosas, y mucho menos públicamente, pero siempre he oído que lo mejor para solucionar un problema es reconocerlo, así que allá voy... soy adicta al agua.
Siempre lo he sospechado y creo que la confirmación definitiva la tuve cuando me operaron del codo: pedía tantas botellas de agua a las enfermeras que terminaron por preguntar a mi marido (que por aquella época era mi novio) si era diabética... ese día me dije a mi misma "tengo un problema".
Y no es fácil, porque la gente no te cree. Cada vez que voy al médico con un constipado (o lo que sea) siempre pasa lo mismo:

Médico: Tómate este mejunje asqueroso (que sabe a rata muerta y que en realidad no te va a hacer nada pero con el que vas a sentirte mucho mejor) cada ocho horas y bebe mucha agua.
Yo misma: Ya bebo mucha agua.
Médico: ¿Cuánta consideras tú mucha?
Yo misma: Uuummmm... ¿unos 4 litros al día?

Entonces el médico me mira, se va quedando de todos los colores del arco iris y me dice: "vale, es suficiente".
¿Por qué me pasa? Supongo que porque está rica... y porque cada vez que me acuerdo de ella me entra sed: cuando veo a un perro chupando de un charco, cuando llueve, cuando veo el mar, cuando hago pis (es por el ruido... ¡¡estoy enfermaaaa!!), cuando alguien dice la palabra "agua", cuando veo un anuncio en la tele en el que alguien está bebiendo... ¡¡¡aaaahhhhh!!!, ¡¡qué sed!! Ahora vuelvo...

Tres tragos más tarde...

Tengo que salir a la calle con una botella en el bolso porque mi lengua se va poniendo estropajosa por segundos, y cuando se me acaba el agua es peor porque mi cerebro no para de mandarme mensajes en Morse (con el consiguiente dolor de cabeza) en plan "vas a morir de sed", "si no bebes agua ahora mismo vendrá una manada de ñues y te deborarán", "el 75% del cuerpo de los humanos es agua... y en tu caso es el 95%... pero como no te hidrates ahora mismo te vas a arrugar como una pasa y vendrán unos científicos locos y te encerrarán en un laboratorio para analizarte y no volverás a ver a tu familia, ni a tener peluches ni a comprarte pegatinas"... y entonces me entra más sed, cunde el pánico y soy capaz de matar por conseguir un sorbito...
Y encima hay que aguantar a esas personas que te dicen "qué sed tengo" y beben un poquito, lo justo para que se les moje la lengua... ¿eso es sed?, ¡¡yo de un sorbo me bebo casi medio litro!! Lo que explicaría por qué paso 12 horas al día en el baño...
Así que desde aquí reivindico mi derecho a llevar una garrafa de cinco litro atada a la espalda y con un pajita gigante desde la que poder chupar... ¿acaso le hago daño a alguien?

Voy a beber agua... otra vez...

8 de abril de 2008

Cosas que odio (primera parte).

Odio hacer la cama. Con todas mis fuerzas. De hecho, si fuese por mí creo que dormiría a diario en un saco de dormir para no tener que hacerlo al día siguiente... es más, cada día estrenaría uno para no tener ni que doblarlo cada mañana.
¿Por qué me pasa esto? No lo sé... quizá es algún tipo de trauma infantil, o que en otra vida fui colchón, o sábana... o, sencillamente, que me siento idiota yendo de un lado para otro para meter la sábana por un lado, y por el otro y luego la otra esquina, y después el edredón, y luego la almohada... ¡¡¡¡aaaaaahhhhhhh!!!! Si es que me canso sólo de pensarlo.
Por eso no la hago nunca... bueno, sólo cuando cambio las sábanas, y teniendo en cuenta que es cada 3 ó 4 días no es un gran consuelo.
Pero como dice uno de esos refranes que nadie sabe quien se inventó pero que todos nos creemos a pies juntillas, "dentro de lo bueno, siempre hay algo malo; dentro de lo malo, siempre hay algo bueno"... existen los días especiales que hacen que dejarte los riñones haciendo la cama merezca la pena. Son esas noches en las que te duchas por la tarde, cuando ya está oscureciendo, y cuando te metes a la cama estás esponjoso, oliendo a cremita... y la cama está recién hecha, con la sábanas estiradas y con ese "no sé qué" especial que tiene cuando no has dormido en ella el día anterior.
Probablemente pensaréis: "si tanto te gusta esa sensación, repítela más a menudo"... pero es que entonces dejaría de ser tan especial.
Hoy no es uno de esos días... pero mañana lo será...

6 de abril de 2008

Misterio desvelado...

Sé, porque muchos de vosotros me lo habéis dicho, que estáis intrigados con este día y con lo que puede pasar... bueno, pues aquí va la respuesta...
¡¡¡hoy mi blog cumple un añito!!!
Han sido 185 entradas, más de 6.000 visitas (¡qué fuerte!) y muchísimas horas delante del ordenador, escribiendo sobre mi mundo interior y tratando de haceros reír (y pensar) con mi "peculiar" manera de ver las cosas.
Porque habéis estado ahí, porque me habéis animado a seguir con este proyecto y porque me llevo una alegría cada vez que descubro un comentario nuevo, quiero celebrarlo de una manera especial.
Lo he pensado mucho y esto es lo que se me ha ocurrido: todos los que pongáis algún comentario (en cualquier entrada), a lo largo de esta semana (desde hoy hasta el día 13, ambos inclusive), entraréis en un sorteo que celebraré el LUNES, DÍA 14... y al que gane le enviaré un regalito personalizado. No puedo decir qué sera porque dependerá de quien salga ganador (de ahí que sea personalizado), pero sí que no será ni una casa ni un coche, porque mi economía no está para esos trotes.
¡Espero que os guste la idea y que os animéis a participar!

4 de abril de 2008

Ya falta menos...

El domingo se desvelará el misterio...

Mi instinto homicida.

Soy una mala persona; peor aún... soy una mala madre. Yo quiero a mis peces, lo juro. He visto nacer a casi todos en el acuario (si llego a saber que los Guppys son tan "activos" me compro un conejo... ¡¡seguro que tendría menos crías!!), y los que adopté llevan tanto tiempo en casa que son como de la familia. Les alimento (cuando me acuerdo), les limpio el acuario, intento exterminar la plaga de caracoles que están en plan okupa... pero a veces tengo pensamientos malvados...
Cuando hago manualidades uso un vaso de plástico para ir dejando los pinceles en agua o en disolvente, depende del caso, y cuando el líquido en cuestión está muy sucio (o me quedo sin pinceles) voy a la cocina a limpiarlo todo. Recorro el pasillo con el bote, los pinceles y el colocón por culpa del olor del disolvente y entonces, al final del pasillo... veo el acuario. Grande. Luminoso. Lleno de pececillos que rebolotean de un lado a otro. Criaturitas multicolor que me hacen la ola cuando me acerco con el bote de comida y que me dan besitos cuando meto mi manaza en su mundo para quitar las algas de los cristales. Y entonces la crueldad se apodera de mí y pienso "¿qué pasaría si hecho una gotita de pintura ahí dentro?, ¿o si meto la puntita de un pincel?".
Jamás lo haría. Antes tiraría el líquido por la ventana y me enfrentaría a la furia de la vecina al descubrir su ropa destrozada que torturar a mis animalillos pero... ¿por qué pienso eso?, ¿acaso habita en mi un ente malvado que odia el pescado y trata de obligarme a ser su cómplice en su terrorífico plan de exterminio?, ¿o es parte de la curiosidad humana, como cuando pienso qué pasaría si un virus exterminase a toda la humanidad y me salvase sólo yo, pudiendo acceder de manera gratuita a todas las tiendas de pegatinas y de peluches del mundo?
La cuestión es que siempre que pasa eso me siento culpable y acabo pegada al cristal del acuario, mirando con carita de "yo no quería" a mis diminutas mascotas y sabiendo que jamás podré trabajar en una tienda de peces porque mi instinto asesino se multiplicaría por mil, no podría controlarlo, acabaría asesinándolos a todos, me meterían a las cárcel y ahí dentro no podría tener pegatinas, que sería el peor de los castigos.

2 de abril de 2008

Mi cabeza de chorlito ataca de nuevo...

... y es que es normal si el despertador empieza sonar, cual animal poseído por el demonio y con un ataque de artritis super doloroso, a las 6:50 de la madrugada... ¿a dónde iba yo a esas horas? Ese dato está protegido por secreto de sumario... jejejeje...
Esta vez no me he dejado la cartera. Ni la radio del coche. Ni el libro. Ni los papeles que tenía que llevar... me he dejado el móvil... ¡¡el móvil!! Y ha sido aún más doloroso que dejarme la cartera, en serio.
Vale, he podido sacar el coche del parking pero... ¡¡¡no tenía móvil!!!, ¡¡¡ni hora!!! (mi aita me regaló un reloj precioso en la Navidad de hace dos años... y es tan bonito que me da miedo que se estropee, así que lo dejo en la balda del baño el 99% de los casos... y cuando me lo pongo acaba metido en el bolso, no vaya a ser que se raye... lo sé, no tengo remedio...). Se me han ocurrido millones de fotos que sacar (y eso que casi nunca uso la cámara), tropecientos mensajes que enviar y doscientas llamadas que hacer... ¡¡¡pero no tenía móvil!!!
¿Cómo pude sobrevivir los primeros 20 años de mi vida sin móvil?, ¿cómo podía pasar sin llamar a la gente en el momento en el que me pasaba algo?, ¿cómo podía llevar a diario un reloj de pulsera porque no tenía un móvil con hora dentro del bolso?, ¿cómo era el mundo sin personas "hablando solas" por la calle?, ¿cómo me entretenía sin jueguecitos y mensajes viejos que revisar en la cola del super o esperando al bus?
Es todo un misterio.
Por eso, desde aquí, quiero hacer un homenaje a mi primer móvil. No recuerdo la marca... ni el modelo (no es algo raro en mi... tras la primera clase práctica del carnet de conducir, el único dato técnico que era capaz de dar sobre el coche era "es gris"). Pero sé que era verde, cuadrado, con antena y con un tono de llamada que desquiciaba a todos los que me rodeaban. Y que los mensajes salían poco a poco en la parte inferior de la pantalla (como lo que hacen ahora en las noticias de la tele... ni que hubiesen inventado nada nuevo...). Y que la pantalla era en blanco y negro, con una lucecilla anaranajda de fondo.
No tenía juegos, ni era capaz de almacenar tantos datos como para abrumar a cualquier ordenador con más de 2 años de antigüedad... pero fue mi primer móvil... y con él viví grandes aventuras.
Cada vez que escucho aquel tono de llamada, que era similar al alarido de un millón de crías de escarabajo pelotero cantando una sonata a la luz de las velas sabiendo que van a morir aplastadas en la siguiente milésima de segundo, me da un vuelco al corazón. Y es que me acuerdo de él... ¡¡¡larga vida al recuerdo de nuestro primer móvil!!

P.D. Ahora tengo un Nokia negro... no es que se haya portado mal conmigo pero... ¡¡odio los Nokia!!
2ª P.D. Después de mucho cachondeo pro parte de mi familia, averigüé que el coche de las prácticas era un Nissan Almera... creo que mi profesor aún no se ha recuperado del ataque de risa que le entró cuando le pregunté qué coche era...
3ª P.D. La cuenta atrás continúa... sólo faltan 4 días...

1 de abril de 2008

¿Qué será?

Sólo faltan 5 días...