19 de febrero de 2010

Me llamo Naiara y soy adicta a las reformas.

O eso es, al menos, lo que debe de pensar parte de mi familia y los gremios que hace poco más de un año me reformaron la casa y a los que he vuelto a contratar para reformar... ¡¡mi casa nueva!!
Vale, todavía no es legalmente mía (por la señal que he dado creo que sólo me pertenece el felpudo y la manilla de la puerta), pero yo la siento como si lo fuera.
Y es que mis vecinos "han ganado", qué se le va a hacer. Hemos decidido que, o nos medicamos, o directamente los matamos a ellos... y como no estamos por la labor de que nuestra hija crezca viendo a sus padres entre rejas, poco después de Año Nuevo nos volvimos locos y pusimos la casa a la venta.
En dos semanas estaba vendida.
En dos semanas habíamos encontrado una casa para nosotros. Más grande. Más luminosa. En mejor calle (del mismo barrio). Y con un feeling que te mueres. Tanto, que Ixone se pone super contenta cada vez que está dentro. Esta niña mía es muy lista.
Y ahora toca la guerra... de nuevo. Vale que esta vez no estoy embarazada de 8 meses, pero tengo un bebé de 13 meses que no se puede ir a vivir debajo de un puente, así que ya he empezado a meter presión a los obreros... ¡¡tenéis mes y medio para hacer todoooooooo!!
Qué estrés. Qué locura. Todo sea por mi salud mental... y por la de mi familia.
Informaré de la reforma, de la extraña experiencia de enfrentarse a todo el mundo por un frigorífico y de todas esas cosas que acarrean las reformas... ¡¡viva el caos!!

P.D. Después de casi un año... ¡¡he vuelto!!

1 comentario:

Celia dijo...

Bienvenida de nuevo!!! espero que hayas vuelto para quedarte!!! ya nos ireas contando que tal las reformas jeje

Un besote

Por cierto, Ixone está monísima :)