5 de mayo de 2008

La basura.

¿Por qué cuesta tanto bajar la basura? Es una duda que me reconcome las entrañas y me quita el sueño cada noche. Quizá en parte sea por culpa de las 800 bolsas con las que nos juntamos a cuenta de lo del reciclaje: la del papel, la de los residuos orgánicos, la de los envases, la de las pilas (he llegado a reunir suficientes pilas como para poner en funcionamiento todos los mandos de la tele del planeta al mismo tiempo)... y lo que eso conlleva, porque entre ir a un contenedor y otro pueden pasar tranquilamente 15 minutos desde que has salido de casa.
Pero la que más cuesta (junto con las garrafas de agua, que son otra historia) es la basura de toda la vida, esa maloliente y pegajosa bolsa que se llena a diario y a la que nadie quiere hacerle el nudo: puedes seguir metiendo cosas en ella incluso a sabiendas de que va a ser imposible cerrar la tapa del cubo... pero siempre crees que la persona que viene detrás lo hará por ti... y nunca pasa, claro.
Así que para cuando te decides la bolsa pesa tonelada y media, huele a muerto y gotea, que es lo peor del mundo, porque para no mancharte estiras tanto el brazo que acabas con una agujetas en el hombro de las que hacen historia.
Eso mismo pasa con las garrafas de agua de 5 (u 8) litros... pero más exagerado porque el contenedor de la basura normal (al menos en mi casa) está al lado del portal y, de lo malo malo, te pilla a mano tirarla, pero el de los envases... ese está lejos (en realidad está a medio minuto de casa, pero da una pereza que te mueres ir hasta allí sólo para eso y más si luego tienes que volver hacia atrás para montarte en el coche), así que decides que no vas a ir hasta allí sólo con una garrafa... claro, eso te lo dices a ti mismo durante una semana... y acabas bajando con 10 garrafas repartidas en las dos manos (en mi caso, 9 en la derecha y 1 en la izquierda) que te impiden abrir la puerta del portal (por no mencionar que no puedes cerrar la de casa sin soltarlas), siempre se te caen cuando alguien te está mirando y hace que la gente se fije en tí y ponga cara de, "¿pero desde cuando no bajas la basura?".
Pero es ley de vida, a todos nos pasa (¿o soy yo la única rara?)... siempre y cuando no tengas visita en casa, porque entonces te da vergüenza y la bajas religiosamente todos los días, no vaya a pensar que tienes el síndrome de Diógenes o algo por el estilo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ahora q estas embarazada tendrías q aprovecharte para librarte de estos sucios quehaceres. Muxus.

lola dijo...

hola naiara k tal cuando puedas miras tu correo,un beso ,y los anonimos k den la cara