Tengo cistitis, qué le vamos a hacer. Me gustaría poner una entrada diciendo que me ha tocado la lotería o que he descubierto que tengo un tío rico americano que me ha dejado en herencia una mansión gigantesca con 7 jacuzzis en cada habitación... pero no es el caso.
Supongo que muchos de vosotros sabréis qué es... pero, por si no es así, voy a tratar de describirlo.
Una vez escuché a una amiga decir que era como "mear fuego" (siento la vulgaridad), pero yo más bien lo definiría como mear fuego mientras un millón de hormigas carnívoras se están dando un banquete en tu vejiga llevando chinchetas en los pies. Todo esto acompañado de escalofríos que te hacen saltar las lágrimas cada vez que vacías la vejiga. Vamos, que no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Bueno, al peor quizá sí, pero sólo si es malo malísimo.
Pero lo que me indigna de todo esto es la visita al médico que ha conllevado esta "agradable" dolencia. Ayer estuve en el ambulatorio y, tras preguntarme qué me pasaba (ni me miró, le podía haber dicho que tenía un elefante rosa con motas moradas bailando la conga en el ombligo y también hubiese creído), me dijo que fuese a primera hora para hacerme un urocultivo. No me dio más datos. Lo prometo.
Bueno, pues he ido a las 7:50 de la mañana y, tras preguntar si tenía que esperar a que me llamasen, he estado de pie en la sala de espera, deseando poder sentarme o por lo menos poder extirparme la vejiga, hasta que, a las 9:30 he ido a preguntar con cara de buena al enfermero: "mira, no me habéis llamado". Ha puesto cara de "¿qué?", ha rebuscado en los papeles y, sorpresa sorpresa... ¡¡no tenía que haber esperado!! Peor aún, la muestra ya no valía, así que la hora y media allí de pie no había servido de nada. Qué bien.
He tenido que esperar a la doctora, ponerle ojitos de "pobre de mi", decirle que me estaba muriendo y que me diese drogas... y sólo he conseguido que me repitiesen la prueba y que la enfermera que me ha dado los resultado me dijese: "dios, ¡estás fatal"! Mira qué lista, no me había dado cuenta.
Finalmente, y tras mucho batallar, he conseguido drogas (no tan duras como hubiese deseado) y aquí estoy, bebiendo agua como si me hubiese vuelto loca (y teniendo en cuenta que lo normal para mí son unos 3 litros diarios... os podéis hacer a la idea de toda la que estoy bebiendo), dando alaridos cada vez que voy al baño y despotricando sobre la organización en ese ambulatorio... ¡¡que es un desastre!!
Moraleja: si no les dan la suficiente información a los pacientes... ¿cómo pretenden que hagamos bien las cosas?
Supongo que muchos de vosotros sabréis qué es... pero, por si no es así, voy a tratar de describirlo.
Una vez escuché a una amiga decir que era como "mear fuego" (siento la vulgaridad), pero yo más bien lo definiría como mear fuego mientras un millón de hormigas carnívoras se están dando un banquete en tu vejiga llevando chinchetas en los pies. Todo esto acompañado de escalofríos que te hacen saltar las lágrimas cada vez que vacías la vejiga. Vamos, que no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Bueno, al peor quizá sí, pero sólo si es malo malísimo.
Pero lo que me indigna de todo esto es la visita al médico que ha conllevado esta "agradable" dolencia. Ayer estuve en el ambulatorio y, tras preguntarme qué me pasaba (ni me miró, le podía haber dicho que tenía un elefante rosa con motas moradas bailando la conga en el ombligo y también hubiese creído), me dijo que fuese a primera hora para hacerme un urocultivo. No me dio más datos. Lo prometo.
Bueno, pues he ido a las 7:50 de la mañana y, tras preguntar si tenía que esperar a que me llamasen, he estado de pie en la sala de espera, deseando poder sentarme o por lo menos poder extirparme la vejiga, hasta que, a las 9:30 he ido a preguntar con cara de buena al enfermero: "mira, no me habéis llamado". Ha puesto cara de "¿qué?", ha rebuscado en los papeles y, sorpresa sorpresa... ¡¡no tenía que haber esperado!! Peor aún, la muestra ya no valía, así que la hora y media allí de pie no había servido de nada. Qué bien.
He tenido que esperar a la doctora, ponerle ojitos de "pobre de mi", decirle que me estaba muriendo y que me diese drogas... y sólo he conseguido que me repitiesen la prueba y que la enfermera que me ha dado los resultado me dijese: "dios, ¡estás fatal"! Mira qué lista, no me había dado cuenta.
Finalmente, y tras mucho batallar, he conseguido drogas (no tan duras como hubiese deseado) y aquí estoy, bebiendo agua como si me hubiese vuelto loca (y teniendo en cuenta que lo normal para mí son unos 3 litros diarios... os podéis hacer a la idea de toda la que estoy bebiendo), dando alaridos cada vez que voy al baño y despotricando sobre la organización en ese ambulatorio... ¡¡que es un desastre!!
Moraleja: si no les dan la suficiente información a los pacientes... ¿cómo pretenden que hagamos bien las cosas?
5 comentarios:
pero puede saberse donde te has sentado
kuidt.
musutxus alaitz
Hola!nuevamente yo, Laura desde Argentina, antes que nada te digo que descubrí tu blog y me entretienen mucho tus escrtos y otra cosa es que yo siempre fui perseguida por este terrorífico mal desde muy chiquita. Y te cuento que descubrí que antes de que me enferme, yo más o menos me doy cuenta los síntomas paf me doy por tomar muchiiiisiiiima agua y despues me voy a dormir,(esto lo hago para no ir al baño de a chorritos)cuando me despierto voy de una sola vez casi no arde y es como que tanta agua me limpia y listo!se me vá todo. No sé porque ni como pero a mi me dió resultado despues de tantos años de sufrimiento!
Besos desde Argentina!
Laura
Hola Naiara, que (malos) recuerdos me ha traido esto.... por suerte hace años que dejé de padecerla, toco madera...y no se muy bien por que, pero fue mi fiel compañera durante muchos años.A cambio, en verano me visitan las cándidas que son para morirse de asco.
Ufff, ya empiezo como los jubilados en la sala de espera del ambulatorio,a hablar de enfermedades....jajja
Un beso, guapa:
Marta
Lau: ¡¡gracias por tus comentarios!! Me alegra que te guste el blog, es un auténtico placer tenerte por aquí. Tendré en cuenta tu consejo si me vuelve a pasar... ¡¡aunque espero que no!!
Marta: siento traerte malos recuerdos... ¡¡aunque me alegro de que ya no la pases!! Gracias por tus comentarios guapa.
Hola, antes de nada, espero que te mejores.
La salud pública, concretamente en Canarias, está fatal, va muy mal. Algo parecido me pasó a mí con unos análisis que necesitaba y después de pedir hora para mi médico y darme cita para 1 semana después, llego a la consulta y me dan hora para hacerme los análisis dentro de otra semana. Mi sorpresa cuando llego allí con los "botitos", después de 15 días, que los enfermeros están en huelga, por lo que no me pueden atender.
En fin esto sólo es una anécdota.
Sarcasmo.
Por suerte ahora, el Gobierno de Canarias ha presentado 212 chaquetas verdes para repartirlas por hospitales del territorio insular. En fin, no sé dónde iremos a parar, pero creo que es necesaria más mano dura desde el seno del propio gobierno y desde luego en ambulatorio y hospitales, no sin antes dotar de un mayor presupuesto al beneficio de nuestra salud.
Un beso y que te mejores.
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